En
1993, 30 ó 40 vecinos del barrio Zaidín (Granada), convencidos de la necesidad
de impulsar la agricultura ecológica, creaban “El Encinar”. En su vigésimo
aniversario, esta asociación de productores y consumidores agrupa a 400 hogares
de Granada, de los cuales 15 se dedican a producir. “El Encinar” cuenta además
con cinco empleados, principalmente destinados a trabajar en su tienda. “Antes
era más de hippies de locos”, recuerda Teresa García, técnica de medio ambiente
en paro de 36 años y presidenta de la asociación, mientras que ahora “se
empiezan a valorar otro tipo de cosas, porque comprar es un tipo de lucha, no
es lo mismo dar tu dinero a Mercadona que a “El Encinar”. Antonio Hernández, de
54 años y uno de los trabajadores remunerados, indica que “se da también cierto
boom cuando hay crisis o escándalos alimentarios”.
La tienda de “El Encinar” vende sus productos
exclusivamente a sus socios, quienes pagan una cuota anual para formar parte de
la asociación. Allí, es donde se venden los productos de la asociación, cuyo
precio se consensua con los productores, junto a otro tipo de productos de
otras cooperativas. García señala que el alto precio, un tema polémico en la
agricultora ecológica, “tiene algo de mito, aunque es cierto que una parte del
sector es más elitista, algo que estamos cambiando”. En su caso, solo incluye
un 23% de beneficio sobre el coste de producción, más el IVA. Así mismo, “El
Encinar” funciona de forma asamblearia y cuenta con una junta directiva
integrada por voluntarios, ha creado su propio sistema de garantía para los
productos, además de los sellos oficiales, y lleva a cabo visitas colectivas
periódicas a las fincas de los productores para mantenerlos en contacto con los
consumidores. Está muy vinculada al
tejido asociativo del barrio, a través de debates, cinefórums y degustaciones
de alimentos. Además, mantienen un estrecho contacto con otras entidades como
la “Asociación de Mujeres” o la “Biblioteca Recuperada de Las Palomas”, y es
socia del mercado social creado recientemente en Granada: “El mercado social y
cultural”, que actualmente busca financiación para desarrollarse.
(Datos Semanal Diagonal. Redacción Eduardo
Perez Cortés. Granada)
El día 17, Laura González, Carlos Rincón y Agustín Cubas
Ortiz daban el pistoletazo de salida en el Ayuntamiento de Burgohondo (Ávila).
Agustín Cubas puso la primera piedra, el paso para una asociación en tierras de
Ávila. Un año largo llevaba tras ello Agustín, a día de hoy, muchos Ayuntamientos
de la zona se han unido como una piña. Ahora sí, podemos decir: “Que la unión
hace la fuerza”. Las fotos atestiguan el evento, una imagen vale más que mil
palabras…
EQUIPO
MUNDOPRESS.
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